Inmerso en una crisis económica, el Barcelona considera que se produjeron “conductas delictivas gravísimas” en la gestión de la anterior dirección, presidida por Josep Maria Bartomeu, que han llevado a la presentación de una denuncia ante la fiscalía.
“No se trata de calificar de mejor o peor la gestión de la junta anterior, no es eso. Se trata de trasladar a la autoridad competente que investiga delitos, que reprime estas conductas, una serie de conductas delictivas gravísimas”, afirmó el abogado del club, Jaume Campaner, en la presentación de este informe.
La auditoría, llevada a cabo por la agencia especializada Kroll, detectó principalmente “pagos sin causa, pagos con causa falsa y pagos desproporcionados, es una actitud desleal y tampoco se pudo descartar que hubiera un enriquecimiento injusto”, afirmó el presidente azulgrana, Joan Laporta.
Este informe denominado ‘forensic’ fue consecuencia de la auditoría dada a conocer en octubre pasado por el director general del club, Ferran Reverter, quien aseguró que en marzo de 2021, a la llegada de la nueva dirección había una “situación de quiebra contable”.
Esta auditoría constató entonces una deuda y compromisos futuros por valor de 1.350 millones de euros (1.557 millones de dólares), problemas de caja y una masa salarial disparada.
– Peor de lo esperado –
“Nosotros ya imaginábamos que habría una situación económica muy grave, pero la realidad ha superado a lo imaginado”, afirmó este martes Laporta, llegado al cargo en marzo pasado en sustitución de Bartomeu.
Grave hasta el punto de que el Barça no pudo conservar a su emblema de la última década, el astro argentino Leo Messi, ante la imposibiilidad de poder pagar su salario y cumplir con el fair play financiero de LaLiga.
Los salarios desproporcionados de jugadores llevaron a la renovación de jugadores como Gerard Piqué, Ter Stegen o Samuel Umtiti, alargando su contrato y reduciendo su salario.
“La masa salarial es el eje fundamental donde estamos centrando los esfuerzos”, dijo este martes el vicepresidente económico del club, Eduard Romeu.
“En estos diez meses se ha conseguido ahorrar 159 millones de euros en masa salarial”, añadió Romeu.
El ‘forensic’ se centró principalmente en pagos a intermediarios y proveedores, así como en temas relacionados con el proyecto Espai Barça (la remodelación del estadio Camp Nou y su entorno).
Campaner afirmó este martes que hubo “retribuciones a intermediarios por servicios inexistentes o muy superiores al mercado”.
“Se han detectado comisiones de hasta el 33% cuando lo normal era entre el 5 y el 10%”, explicó el abogado.
También “existen indicios muy sólidos de un pago ilegítimo de 15 millones de euros a otro club deportivo, vehiculado a través de un contrato de tanteo simulado sobre determinados jóvenes jugadores”, dijo Campaner.
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Según la prensa, este pago se habría hecho al Atlético de Madrid en su momento para evitar que se hicieran públicos unos correos que demostraban que Antoine Griezmann había empezado a negociar su traspaso con el Barça antes de poder hacerlo legalmente.
El francés acabaría fichando por 120 millones de euros por el Barça en 2019 antes de volver dos años después, prácticamente sin coste, a las filas del Atlético.
– Denuncia a la fiscalía –
Ante estos y otros hechos, el club presentó una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Barcelona, que se encargará de dilucidar si en efecto se ha podido producir algún tipo de delito.
Joan Laporta evitó lanzar acusaciones directas hacia su predecesor Josep Maria Bartomeu este martes asegurando que “quien determinará la culpabilidad será la fiscalía, nosotros estamos aquí para aclarar los hechos”.
El expresidente, que presidió el club de 2014 hasta su dimisión en octubre de 2020, ya había defendido en octubre pasado su trabajo, rechazando las cifras de la nueva directiva.
El club azulgrana cerró el ejercicio 2020/2021 con unas pérdidas de 481 millones de euros (565,4 millones de dólares), mientras que para la actual temporada confía en poder cerrar con un pequeño beneficio de 5 millones de euros (5,8 millones de dólares).
Bartomeu se vio obligado a dimitir en octubre de 2020 para evitar una moción de censura, tras un final de mandato empañado por conflictos con la plantilla, el declive deportivo y problemas judiciales, principalmente por el denominado ‘Barçagate’.
El ‘Barçagate’, destapado en 2020 por la radio Cadena Ser, consistió en la contratación de la empresa I3 Ventures para supuestamente llevar a cabo una campaña de desprestigio en redes sociales contra opositores a Bartomeu y figuras como Messi, Piqué o el actual técnico Xavi Hernández.
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