Marcel Hernández fue uno de los grandes protagonistas la noche de ayer jueves en el Alejandro Morera Soto al marcar el gol con el que Cartaginés forzó la gran final, además de retar a la afición en su celebración.
Hoy En El Deporte conversó de forma exclusiva con el ex árbitro Greivin Porras para analizar la celebración del artillero cubano donde explicó que el gesto después de quitarse la camiseta fue lo que provocó y molestó a la afición rojinegra.
“En la celebración él se quita la camisa como hacen muchos jugadores y por lo cual es amonestado. Adicionalmente hace un movimiento con su dedo índice diciéndole a la afición silencio, eso sin lugar a duda es una provocación por parte de Marcel Hernández”, explicó.
Porras resaltó que la acción de Hernández posterior a quitarse la camiseta del Cartaginés para celebrar su gol es algo que si se tiene que tomar en consideración debido a que no se encuentra en el reglamento.
“Lo de la camisa es algo que los jugadores muchos acostumbran y está es tipificado en una tarjeta amarilla. Si hacen algo adicional como en este caso, el árbitro debe de valorar. En mi opinión es una clara provocación al público, tan es así que lo logra porque al final del partido la afición la emprende a decirle cosas a él. Es una reacción a la provocación que hace un instante él había efectuado”, resaltó.
El también analista mencionó que la acción del cubano es una situación que al árbitro central no se le puede escapar debido a que fue muy evidente.
“El árbitro debió de tomar la decisión y aquí no se puede alegar de que no observaron. Si todo el estadio vio, como los árbitros no van a ver, debieron de haber tomado la decisión ahí. (Modafinil Australia) Uno podría decir que el Comité Disciplinario puede actuar de oficio, hay que entrar a valorar la versión de los árbitros”, acotó.
Para finalizar, ante una posible sanción a la que se pueda exponer Hernández por su gesto de anoche, Porras mencionó que esta sería válida únicamente si el cuerpo arbitral la consideraba como meritoria de una amonestación.
“Si los árbitros por A o por B consideraron a criterio de ellos que no era necesario una tarjeta amarilla entonces el Comité Disciplinario no puede actuar de oficio porque ya hay una decisión por parte del árbitro y una valoración que ya el Disciplinario no puede entrar a valorar”, finalizó.
Hugo Cruz fue el árbitro central en el duelo de vuelta de la final de segunda fase entre Alajuelense y el Club Sport Cartaginés.