El futuro del mariscal de campo Lamar Jackson con los Baltimore Ravens empieza a poner nerviosos a los aficionados de la franquicia.
Durante esta semana el QB tenía pactada una reunión para comenzar a negociar la extensión de su contrato, el cual está próximo a finalizar, sin embargo y de acuerdo a las palabras del gerente general del equipo, Eric DeCosta, tanto Jackson como los Ravens no lograron llegar al tan deseado acuerdo y el futuro del MVP en el año 2019 podría estar muy lejos de Baltimore para el 2023.
“A pesar del esfuerzo de ambas partes, no pudimos conseguir una extensión contractual con Lamar Jackson. Apreciamos cómo él ha manejado el proceso y estamos emocionados con el equipo y Lamar liderándolo. Continuaremos trabajando para tener un contrato a largo plazo después de la campaña, por ahora esperamos tener una exitosa temporada 2022″, explicó DeCosta.
Al no haber podido llegar a un acuerdo para alargar los términos de su contrato, Jackson jugará la temporada 2022 con un sueldo base de 23 millones de dólares el cual fue firmado en el pacto de su quinto año de contrato con el equipo.
En caso de que los Ravens y el QB no logren llegar a un acuerdo en las próximas semanas la escuadra de Baltimore deberá etiquetarlo como jugador franquicia para así evitar que se valla libre en el 2023.
Según reportes de distintas cadenas a nivel internacional, el principal motivo para que las negociaciones a día de hoy se encuentren estancadas es un aspecto monetario.
Jeremy Fowler y Dan Graziano de la cadena ESPN reportan que el mariscal de campo aspira a un convenio de dinero en el que le garanticen la totalidad del dinero que se pactaría en el acuerdo.
