Un gigantesco Sergio Romero evitó que la Copa Libertadores tuviera una cuarta final brasileña consecutiva, al permitir que Boca Juniors de Argentina venciera 4-2 en penales a Palmeiras (1-1) este jueves en Sao Paulo y se cite con Fluminense de Rio de Janeiro en la lucha por el título.
El portero argentino volvió a graduarse de héroe al atajar dos cobros desde el punto blanco, del mediocampista Raphael Veiga y del defensor paraguayo Gustavo Gómez, en el estadio Allianz Parque.
“Tengo 36 años y estoy en un momento en que me gusta divertirme, y para mí los penales son diversión”, dijo el Chiquito.
En los 90 minutos, el delantero uruguayo Édinson Cavani (23) adelantó a los xeneizes, que controlaron la ventaja hasta que su capitán, el zaguero Marcos Rojo (67), fue expulsado. Pero el lateral charrúa Joaquín Piquerez (73) emparejó la serie, tras la igualdad 0-0 en Buenos Aires hace una semana.
Ahora Boca, dirigido por Jorge Almirón, buscará igualar a su compatriota Independiente (7 títulos) como los equipos más veces campeones de la Libertadores, en la final que disputará el 4 de noviembre en el Maracaná.
El legendario estadio de Rio es la casa de su rival: el ‘Flu’, del seleccionador brasileño Fernando Diniz, que eliminó al Internacional de Brasil (global de 4-3) el miércoles en Porto Alegre.
La clasificación boquense rompe con el reciente dominio sudamericano de los brasileños y del ‘Verdão’, ganador de las ediciones 2020 y 2021, y vuelve a poner en el radar copero a los xeneizes.
“Los penales son eso: detalles. Lamentamos lo que pasó, pero tenemos que seguir trabajando firme”, dijo el guardameta Weverton.
El popular equipo argentino no llegaba a la final del principal torneo de clubes de América desde 2018, cuando cayó con su archirrival River Plate.
– El Matador despierta –
Y en los primeros minutos del partido lució muy inferior frente al campeón brasileño, que llegó a tener una posesión del 83%. Se las ingenió, sin embargo, para evitar que Palmeiras creara peligro.
A lo largo de la Copa (llegó al Allianz Parque sin haber ganado alguno de los cinco partidos de la fase mata-mata) ha demostrado ser un equipo rocoso más que estético.
En Sao Paulo lo ratificó, con una salvedad: esta vez tuvo gol, tras haberse ido en blanco en los tres juegos previos, y en los pies de un hombre cuestionado.
En el primer acercamiento quebró el arco de Weverton. Desde terreno propio, el lateral colombiano Frank Fabra lanzó un pase largo hacia el atacante Miguel Merentiel.
El uruguayo, con habilidad y velocidad, venció en duelo a Gustavo Gómez hasta llegar a la línea final, donde hizo un pase de la muerte para que Cavani se barriera y marcara su primer gol en la Libertadores.
El Matador, de 36 años, fichado en julio, marcó su segunda anotación en once juegos, una diana que libró de presión a los azul y oro, que a partir de entonces jugaron más lejos del arco de Romero.
“Palmeiras es un gran equipo, pero Boca es Boca y tiene que pelear siempre”, afirmó el delantero.
– Juveniles, al rescate –
Al ‘Verdão’ le costaba deshacerse de un mal que lo ha aquejado desde la lesión del extremo Dudu, a finales de agosto: la debilidad de su ataque, con dos goles en los seis choques previos.
A Ferreira empezaba a pasarle factura la falta de refuerzos y de amplitud en el banco, donde los juveniles Endrick, de 17 años, y Kevin, de 20, entraron en la segunda parte para intentar enderezar el camino.
Les costó un cuarto de hora ensuciar el uniforme de Romero, exigido en un disparo de Mayke, tras asistencia de la perla del Real Madrid, dentro del área y un remate de Zé Rafael segundos después.
Pero salvo algunas intromisiones al territorio del Chiquito, los argentinos tuvieron a raya al campeón brasileño. Resistieron hasta que su capitán vio la doble amarilla por una falta contra Kevin.
Entonces Ferreira hizo una movida ofensiva e ingresó al delantero argentino José Manuel López por el volante Gabriel Menino. Palmeiras se fue encima y al poco tiempo igualó con un zurdazo de Piquerez, desde fuera del área.
A partir de ese momento todo fue aguante para Boca, con Rony exigiendo al máximo a Romero con una chilena en el descuento.
Pero la resistencia aguantó los penales, donde Romero, héroe en las definiciones desde el punto blanco contra Nacional (URU) en octavos y Racing (ARG) en cuartos, volvió a decir presente.
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