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Entre caprichos y limitaciones

Pobres, muy pobres los números, el manejo y el rendimiento que Luis Fernando Suárez, nos deja en el país con su proceso de 2 años y 29 días al frente de la Selección Nacional.

Un 54 por ciento de rendimiento con 15 victorias, 7 empates y 12 derrotas. Y más de 120 jugadores convocados, muchos de ellos para conocerlos y medir si podían o no estar en la Selección.

También estan los  excluidos por “caprichos” ya que nunca explicó por qué no volvieron a contar para el equipo, como los de la MLS, y en especial, el caso de Johan Venegas a quien defendió a capa y espada para llevarlo al mundial, hasta el punto de decir que contaba con él porque era “muy caprichoso”, y luego lo manda al olvido en enero pese a que terminó como el goleador del campeonato.

Y ni qué decir del conflicto desatado con Manfred Ugalde, provocado por el técnico cuando lo desacreditó en público despues de un partido en Panamá. O voces de protesta como las de Cristian Bolaños, o la renuncia a la Selección por parte de Giancarlo Pipo González.

Para corregir el rumbo y pelear por la clasificacion mundialista, fue necesaria la intervención directa de una comisión técnica con Jafet Soto, Angel Catalina y Robert Garbanzo, ya que Suárez andaba perdido con el llamado de los jugadores adecuados para enfrentar el reto.

Y para rematar, el propio Bryan Ruiz, uno de los protegidos del colombiano, a quien premió llevándolo al mundial, en media Copa Oro se tiró al agua diciendo en medios internacionales que Costa Rica no tenía “una idea clara de juego”. Sin duda, la cereza en el pastel para el desenlace.

Mas de 2 años al frente, sin una idea clara de juego, y eso se notó siempre en los partidos. A qué jugaba la Sele con Suárez?. Dentro y fuera del país esta fue la gran pregunta que anduvo por los aires salpicando el entorno, a la dirigencia y a todo el medio nacional. Un equipo desorientado, sin criterio, sin estructura, destinado a jugar siempre bajo motivacion.

La vapuleada histórica de España en Catar, antepenúltimos entre 32 selecciones, puesto 46 en el rankin de FIFA, superados ahora por Panamá y perdiendo la hegemonía que disfrutó en Centroamérica en los últimos 9 años, convencido de que la defensa nacional era lo mejor del equipo, y luego afirmando lo contrario, y que en ofensiva tenía que seguir trabajando, pero que ante México, ya había crecido y encontrado la fórmula.

En fin, Suárez nunca aterrizó. No conocía el medio local, y termina sin conocer con certeza quienes deben estar en la Selección.

En la reunión del jueves caliente en el Proyecto Gol, llegó a pedir más tiempo para microciclos y para seguir probando jugadores. Imposible don Luis. Tiempo es lo que màs tuvo, facilidades también y de todo tipo. Oportunidades de oro, que no se aprovecharon.

La imagen de la Selección devaluada y golpeada, y una incertidumbre total por el futuro de la “gallinita de los huevos de oro”.

El costo es elevado para la decisión. Duele pensar que deben llevarse 480 mil dólares, con lo que cuesta conseguir recursos y patrocinios en la Fedefútbol. No tiene por qué hacerlo, pero qué bueno sería que don Luis Fernando nos haga una rebaja, un buen descuento, como agradecimiento para el pueblo costarricense que pese a todos los golpes, sigue siendo muy “buena gente y pura vida”.

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