Favorita número 1, Francia evidenció falta de rodaje y salvó la noche gracias a la cabeza del defensa austriaco Maximilian Wober, que desvió a gol en propia puerta el centro de Mbappé (38).
Con este resultado la selección dirigida por Didier Deschamps manda en el grupo D junto con Países Bajos, que remontó (2-1) a Polonia el domingo.
– Un duelo en segundo plano –
La conversación política, con Mbappé convertido en portada de medios de todo el mundo por su declaración “contra los extremismos”, había dejado en un segundo lugar el debut francés.
Mbappé llamó a votar en las elecciones legislativas, convocadas para el 30 de junio y el 7 de julio tras la victoria de la extrema derecha en los comicios europeos de hace una semana. “No me gustan los extremismos ni las ideas que dividen”.
Definitivamente, un partido difícil de abordar, cuando el propio capitán de los Bleus añadió: “La situación es más importante que el partido de mañana”.
Además, Austria suponía un debut envenenado. Un equipo con identidad, en una racha de siete partidos sin derrota, incluidos un 6-1 ante Turquía y un 2-0 frente a Alemania, a pesar de que su mejor jugador, David Alaba, está en la Eurocopa como entrenador ayudante por su grave lesión de rodilla.
– Maignan, parada decisiva –
Francia exhibió rápidamente que en talento al peso no hay equipo se le acerque en la Eurocopa… Nada más empezar, un taconazo de Antoine Griezmann, una cabalgada de Theo Hernandez, la arrancada de Mbappé que sacó el arquero Patrick Pentz (9) o un regate seco de Ousmane Dembelé.
Pero desde el saque inicial se veía que no iba a ser fácil doblegar a la tropa dirigida por el alemán Ralf Rangnick: bien colocado y contundente hasta el extremo en el juego físico, aguantó sin gran sufrimiento al equipo francés, y estuvo cerca de inaugurar el marcador en el 36 en un chispazo de juego colectivo.
Apertura a la izquierda, centro al área, sutil dejada del capitán Marcel Sabitzer y Christoph Baumgartner se topa con un atentísimo Mike Maignan, decisivo en su debut como arquero titular en un gran torneo.
La réplica francesa fue inmediata y definitiva, acompañada por un poco de suerte. Mbappé desbordó por la derecha, centro al primer palo y Wober cabeceó a las mallas.
– Sangre, sudor y tres puntos –
Ya en la segunda parte (55) el 10 tuvo en sus botas el segundo. Lanzado en carrera por Adrien Rabiot, llegó hasta el punto de penal y ante la media salida del arquero tiró fuera. Un error extrañísimo en el nuevo jugador del Real Madrid, al que solo le quedó sonreír.
La noche de Mbappé continuó con un durísmo golpe al intentar rematar de cabeza. Estuvo varios minutos en el suelo y sangró de manera abundante por la nariz, como Griezmann minutos antes en la frente tras chocarse contra una valla.
El capitán finalmente tuvo que ser sustituido (90) con la camiseta blanca teñida de rojo.
Sangre, sudor y tres puntos para un subcampeón mundial que necesita mejorar.
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