La canciller alemana, Angela Merkel, expresó el viernes su preocupación por el número de espectadores que pueden asistir a semifinales y final de la Eurocopa en el Reino Unido, donde los contagios por la variante Delta del coronavirus se están disparando.
Según el gobierno británico, para las semifinales y la final de la Eurocopa se permitirán más de 60.000 espectadores en las gradas del estadio de Wembley, en lugar de los 40.000 previstos inicialmente, en este estadio con un aforo máximo de 90.000.
Merkel, que fue recibida por el primer ministro británico, Boris Johnson, en su residencia de campo de Chequers, afirmó en una rueda de prensa conjunta que está “muy preocupada” por el hecho de que el número previsto de espectadores “no sea un poco demasiado alto”.
“En Alemania hemos decidido que un menor número de espectadores podría asistir a los juegos en el estadio de Múnich, pero por supuesto el gobierno británico toma sus propias decisiones”, dijo Merkel, que efectúa este viernes su último viaje al Reino Unido antes de dejar el cargo tras las elecciones legislativas de septiembre en Alemania.
Johnson destacó el “muro de inmunidad” construido por el Reino Unido gracias a su programa de vacunación, en el que el 63% de los adultos han recibido ya dos dosis.
La voz de la canciller alemana se suma a las preocupaciones expresadas recientemente por el presidente del consejo italiano, Mario Draghi, y el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas.
En el plano deportivo, Merkel, gran fan de fútbol, consideró que la victoria de Inglaterra sobre Alemania fue “merecida” y deseó al equipo inglés “buena suerte” para el resto de la competición.
Tras pedir hasta ahora que la Unión Europea impusiera conjuntamente una cuarentena a los viajeros procedentes del Reino Unido debido al auge de la variante Delta, Merkel pareció por primera vez suavizar su postura.
“Esperamos que en un futuro próximo quienes hayan recibido dos dosis de la vacuna puedan volver a viajar sin tener que pasar por la cuarentena”, afirmó.
Con motivo de su visita al Reino Unido, la vigésimo segunda desde que asumió el cargo en 2005, la canciller alemana se dirigió, por videoconferencia, al gabinete británico, siendo la primera dirigente que lo hace desde el presidente estadounidense Bill Clinton en 1997.
En honor a Merkel, científica de formación, Johnson anunció la creación de un premio para una mujer residente en el Reino Unido o Alemania que haya destacado en el campo de la astrofísica.
El premio, que se concederá anualmente y estará dotado con 10.000 libras (13.800 dólares, 11.600 euros), llevará el nombre de Caroline Herschel, una astrofísica británica de origen alemán que fue pionera en este campo.
Merkel debía terminar su visita por un encuentro con la reina Isabel II en el castillo de Windsor, a unos 50 kilómetros al oeste de Londres.
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