En Vitoria, el Real Madrid aseguró una crucial victoria en su lucha por LaLiga al derrotar al Deportivo Alavés con un gol de Eduardo Camavinga en la primera mitad.
El encuentro estuvo marcado por una serie de controversias arbitrales y expulsiones que influenciaron el resultado final.
En la mejor acción del partido, Camavinga rompió el empate con un disparo colocado tras una combinación con Federico Valverde.
Sin embargo, el Madrid tuvo que jugar más de una hora con diez hombres debido a la expulsión de Kylian Mbappé por una entrada imprudente sobre Antonio Blanco. El árbitro Soto Grado inicialmente mostró amarilla, pero el VAR corrigió la decisión a roja directa.
El equipo blanco resistió los intentos del Alavés, que buscaba desesperadamente puntos para evitar el descenso, y se vio favorecido por una segunda expulsión ignorada de Manu Sánchez tras revisión del VAR.
Madrid se defendió con orden, liderado por Tchouaméni en el centro del campo y con Rodrygo desempeñando un papel crucial en la contención defensiva.
El juego físico y las faltas constantes marcaron la dinámica del partido, con el Alavés presionando intensamente y limitando las oportunidades claras del Madrid.
A pesar de la inferioridad numérica, el equipo de Ancelotti logró controlar el juego y asegurar los tres puntos vitales, manteniendo viva su esperanza en la carrera por el título de LaLiga.
Con esta victoria, el Real Madrid se prepara para su próxima final ante el Arsenal con la moral reforzada, aunque enfrentando críticas por la polémica arbitral que marcó el encuentro en Mendizorroza.
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