La superestrella Cristiano Ronaldo no podrá jugar por el momento con el Al-Nassr debido a que el club saudí ha superado su cuota de jugadores extranjeros, indicaron este jueves a la AFP responsables de la entidad.
Pero Ronaldo, cuyo contrato hasta junio de 2025 se estima en 200 millones de euros (211 millones de dólares), es el noveno jugador extranjero que ficha por el Al-Nassr, superando el límite de ocho establecido por la federación saudí de fútbol.
«Al-Nassr no lo ha registrado porque no tiene una plaza vacante para un jugador extranjero», declaró a la AFP un responsable del club, bajo petición de anonimato.
«Un jugador extranjero debe salir para que Ronaldo sea registrado, a través de un traspaso o mediante la rescisión de un contrato por decisión mutua», añadió.
Entre los extranjeros del Al-Nassr figuran el arquero colombiano David Ospina, los brasileños Luiz Gustavo y Anderson Talisca, o el camerunés Vincent Aboubakar.
– Masharipov, en la puerta de salida –
Según los medios saudíes el centrocampista uzbeko Jalaluddin Masharipov es el que tiene más opciones de ceder su plaza al cinco veces Balon de Oro.
«Las negociaciones están en curso sobre la venta de uno de los jugadores, pero todavía no están en la fase final», indicó otro responsable del club, confirmando que Ronaldo no había sido registrado este jueves, unas horas antes del partido ante el Al Ta’ee.
El partido fue aplazado al viernes debido a «una avería eléctrica» según las autoridades.
Los responsables del Al-Nassr no se expresaron sobre la sanción impuesta en noviembre a Ronaldo, cuando pertenecía al Manchester United. El jugador fue suspendido dos partidos por tirar el teléfono móvil de un joven aficionado en una derrota contra el Everton. (Adderall)
Esta suspensión, decidida por la comisión de disciplina de la Federación Inglesa, es extrapolable a su nuevo club, sin importar el país, precisó la Federación Inglesa.
Recibido el martes por 25.000 espectadores en el estadio Mrsool Park de Ryad, Ronaldo afirmó que su llegada a Arabia Saudita no supone el fin de su carrera, sino una nueva etapa en su caza de todo tipo de récords.
«En Europa mi trabajo se terminó, lo gané todo, he jugado en los clubes más importantes», dijo.
La ONG Amnistía Internacional expresó el miércoles su deseo de que el atacante portugués utilice su estatus de estrella del fútbol para pronunciarse sobre las cuestiones relacionadas con los derechos humanos en el reino ultraconservador.
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