Los Celtics, vigentes subcampeones, se ganaron así el derecho a jugar como locales el séptimo y definitivo partido de la serie el próximo domingo.
Sin margen de error, Boston logró mantenerse en el partido a pesar de la nefasta actuación de Tatum en los primeros tres cuartos, en los que apenas anotó 3 puntos con una serie de 1/13 en tiros de campo.
Pero el alero All-Star nunca perdió la confianza y apareció cuando su equipo más lo necesitaba para condenar a los Sixers en un espectacular último cuarto en el que anotó 16 puntos con 4 triples.
“Humildemente, soy uno de los mejores jugadores del mundo”, declaró Tatum tras el juego. “Uno pasa por dificultades, por bajones, pero el partido es largo. Afortunadamente, tengo unos compañeros de equipo fantásticos que han aguantado”.
“Lo único que importaba era ganar este partido y darnos la oportunidad de volver a casa para el séptimo partido”, subrayó. “Todos sabíamos que nuestra temporada estaba en juego (…) Ahora un séptimo partido, no hay nada mejor que eso”.
El año pasado, los Celtics lograron levantar una desventaja de 2-3 frente a los Milwaukee Bucks, los entonces defensores del título, para alcanzar después las Finales en las que cayeron ante los Golden State Warriors.
Por su parte, los Sixers dejaron escapar una oportunidad de oro para clasificar en su cancha a sus primeras Finales de conferencia desde 2001.
James Harden fue el símbolo de la ineficacia ofensiva de los locales con apenas 13 puntos (4/13) mientras Joel Embiid, el flamante nuevo MVP de la NBA, terminó con 26 puntos y 10 rebotes.
Los Sixers tendrán que recuperarse de este golpe para no encajar su quinta eliminación en semifinales de conferencia en las últimas seis temporadas.
Su técnico, Doc Rivers, tiene un historial negativo en estas situaciones ya que anteriormente cayó en tres series de playoffs en las que su equipo gozó de una ventaja de 3-2, todas ellas entre 2009 y 2012 cuando dirigía precisamente a los Celtics.
– Del infierno al cielo –
Con la excepción del joven Tyrese Maxey (26 puntos), a los Sixers les faltó la intensidad suficiente para dar el golpe definitivo a unos Celtics que resistieron pese al naufragio inicial de Tatum.
El talentoso alero, quien promedió 30 puntos en la fase regular y fue MVP del pasado Juego de las Estrellas, erró triple tras triple y tampoco encontraba respiro atacando más cerca del aro.
Pese a la insólita sequía de su líder, los Celtics controlaron la primera mitad gracias al acierto de Marcus Smart (22 puntos), Jaylen Brown (17) y Malcolm Brogdon (16), además de una extenuante defensa que incomodaba al máximo a las figuras locales.
Embiid y Harden se combinaban al descanso para solo 18 puntos, con 6/19 en tiros de campo, y solo el energético Maxey aportaba la agresividad que exigían los apasionados aficionados de Filadelfia.
Tras irse al descanso con 13 puntos de desventaja, los Sixers reaccionaron de la mano de Embiid y entraron con ventaja en el último cuarto.
Tatum, que había anotado su primera canasta a los tres minutos de la segunda parte, no se encogió bajo la presión y asumió la responsabilidad ofensiva de su equipo.
En su séptimo intento, Tatum anotó su primer triple y luego clavó otro consecutivo que ponía a Celtics cuatro puntos arriba (87-83) a tres minutos del final.
El alero todavía castigó con otros dos a los Sixers, que solo fueron capaces de anotar tres puntos en los últimos seis minutos de juego.
Philadelphia se jugará la temporada el domingo en Boston, donde ya ganó dos de los tres partidos disputados en el TD Garden en esta serie.
La jornada de playoffs del jueves se cerraba con el sexto partido de la semifinal del Oeste entre los Phoenix Suns y los Denver Nuggets, que lideran por un global de 3-2.
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